
La Habana.- El gobierno de Raúl Castro emprendió medidas para frenar el robo y la especulación con los alimentos, y encarar la escasez que se avecina tras la devastación que dejaron los huracanes Ike y Gustav entre agosto y septiembre. "No está previsto el incremento de precios de ningún bien de primera necesidad, normado, de venta liberada u ofertado en las tiendas recaudadoras de divisas", señaló en una nota el diario oficial Granma, dijo AFP. El anuncio oficial precisó que a partir de ayer se mantendrán en los mercados agropecuarios estatales -muy subsidiados pero donde la variedad de la oferta es limitada- los precios acordados por las autoridades de las provincias y que tienen un tope. Para los mercados agrícolas que operan bajo ley de la oferta y la demanda, más abastecidos, con precios más altos y donde los campesinos venden excedentes productivos -tras entregar una cuota al Estado- se "establecerán provisionalmente como precios máximos los existentes antes de huracanes para un grupo de productos básicos", indicó. Los cubanos acuden regularmente a ambos mercados para completar la canasta básica que, aunque a precios subsidiados, resulta insuficiente, y tras el impacto de los ciclones, el precio de algunos productos agrícolas comenzó a dispararse, provocando malestar y fuertes quejas de la población. La nota dejó claro que "están garantizadas las importaciones planificadas de cereales, granos y otros productos. Las autoridades iniciaron un combate a la especulación en el precio de alimentos y el robo de recursos del Estado, desatados sobre todo en las zonas más afectadas.
http://www.eluniversal.com/2008/09/30/int_art_cuba-congela-precios_1070080.shtml
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