Carmen Beatriz Fernández, experta en temas políticos, compartió en exclusiva con el equipo de redacción de lapatilla.com su visión sobre las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en Venezuela el 28 de julio de 2024.
Por Ana C. Guaita Barreto / lapatilla.com
Su análisis revela la complejidad de este proceso electoral en un contexto nacional e internacional que resulta cada vez más convulso.
Para la profesora Fernández, estas elecciones representan una oportunidad crucial para Venezuela, señalando que es un momento único en las últimas dos décadas en el que el país podría lograr un cambio político significativo.
A pesar de los desafíos y las dificultades que enfrenta el país, incluyendo recientes eventos como la detención arbitraria de líderes opositores por parte del régimen de Maduro, la experta destaca la emergencia de un consenso en torno a la posibilidad de alcanzar ese cambio a través de la vía electoral.
En sus declaraciones, la profesora Fernández resalta el cambio de actitud dentro de la sociedad venezolana, indicando que la mayoría reconoce la importancia de participar en el proceso electoral como una herramienta para el cambio político. Este nuevo ánimo, según Fernández, se ha fortalecido a lo largo del año, especialmente tras las elecciones primarias que han despertado esperanzas y energías renovadas en la sociedad venezolana.
Sin embargo, Fernández hace hincapié en que las condiciones electorales actuales en Venezuela distan de ser justas y libres, lo que plantea un desafío considerable para el ejercicio democrático. A pesar de esta realidad, destaca la posibilidad de lograr cambios significativos a través de la participación electoral, aunque reconoce los obstáculos y limitaciones que existen en el camino.
En cuanto a la situación de la líder opositora María Corina Machado, Fernández expresa sus dudas sobre la posibilidad de que pueda inscribirse como candidata presidencial, dado el entorno político actual. Sin embargo, resalta el papel crucial que desempeña Machado como líder de una plataforma social y como figura influyente en la búsqueda de alternativas políticas en el país.

28 de julio, ¿una fecha precalculada?
De acuerdo con la experta en comunicación política, el anuncio de la fecha de las elecciones tiene tres lecturas.
1.- El natalicio de Hugo Chávez:
De acuerdo con lo detallado por Fernández, el chavismo está buscando captar apoyo de los seguidores de Chávez que hasta ahora no se habían identificado con el régimen de Maduro.
“Después de tantos esfuerzos por años, casi que desde su reelección de 2018, Maduro trató de eliminar todo resto icónico de Chávez porque quería tener un ‘liderazgo propio’. Borró todos los ojitos de Chávez que estaban en cuantas fachadas de edificación pública había en Venezuela, creó la figura de Súper Bigote a la que le invirtió muchísimo dinero y atención, tratando de crear esa autonomía en su liderazgo”, especificó la profesora.
A juicio de Fernández, el chavismo busca “echar mano” de Chávez en esa situación, lo cual demuestra que sus estrategias no funcionaron. “Es una gran evidencia de lo que están diciendo las encuestas: niveles muy exiguos de popularidad”, puntualizó.
2.- Acuerdo de Barbados
La segunda observación que hizo nuestra entrevistada, es que la fecha está dentro de lo plasmado en los acuerdos de Barbados, los cuales decían que las elecciones debían hacerse en el segundo semestre y así se está cumpliendo.
“Es interesante que sea así porque uno ve que hay allí algunos esfuerzos de ‘respetar’ o hacer ver que se respetan los acuerdos de Barbados, es decir, salirse de la camisa de fuerza que para el oficialismo implica Barbados, pero sin salirse del todo, es decir, teniendo algún argumento que pueda exhibirse en una eventual mesa de negociación continuada”, manifestó Fernández.
3.- Largo período entre la elección y la toma de posesión
“La tercera observación tiene otro piquete incluso más llamativo y es que cuando se decide hacer la elección tan adelantada, también lo que se está decidiendo es que haya un periodo muy largo entre la elección y la cesión del poder”, destacó Fernández.
Resaltó un punto importante del que muy pocos han hablado: hay nueve meses entre el 28 de julio de 2024 y el 12 de marzo de 2025, que sería la toma de posesión.
De acuerdo con su explicación, esto se convierte en un suceso merecedor de atención y “pareciera que en el manejo de esos tiempos el oficialismo ha querido tener unos meses para un eventual control de esa transición y eso puede ser muy llamativo en sí mismo”.
En medio de este proceso electoral, las partes acordaron aceptar la presencia de observadores internacionales que supervisarían los comicios, incluidos representantes de la Unión Europea y Naciones Unidas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.