Meses después de una campaña de presión que ha visto al ejército estadounidense trasladar miles de tropas y un grupo de portaaviones al Caribe, y el presidente Donald Trump emitir repetidas amenazas contra Nicolás Maduro, la administración Trump está trabajando en planes para el día siguiente en caso de que Maduro sea destituido del poder, según dos altos funcionarios de la administración y otra fuente familiarizada con las conversaciones.
Por Kylie Atwood, Alayna Treene, Jennifer Hansler y Kristen Holmes | CNN
Los planes se están redactando discretamente y se mantienen en secreto en la Casa Blanca, según las fuentes.
Incluyen múltiples opciones sobre cómo podría ser la acción estadounidense para llenar el vacío de poder y estabilizar el país si Maduro se marcha voluntariamente como parte de una salida negociada o se ve obligado a marcharse tras ataques estadounidenses contra objetivos dentro de Venezuela u otras acciones directas, según las fuentes.
CNN ha informado que Trump no ha tomado una decisión sobre cómo resolverá el enfrentamiento, y existen múltiples facciones dentro de la administración con opiniones marcadamente opuestas sobre posibles acciones militares o encubiertas para destituir a Maduro. Aunque Trump ha amenazado repetidamente con una escalada, incluidos ataques a tierras, dos altos funcionarios de la administración afirmaron que no había interés por un aumento del compromiso estadounidense en el país.
Trump se ha negado a descartar participar directamente en el cambio de régimen, y la planificación de los miembros del Consejo de la Casa Blanca preserva sus opciones.
«Es trabajo del gobierno federal preparar siempre los planes A, B y C», dijo un alto funcionario de la administración, señalando que el presidente no estaría haciendo las amenazas que está haciendo si no tuviera un equipo preparado con una serie de opciones para cualquier posible resultado.
Otra fuente familiarizada con la planificación afirmó que es «responsabilidad del gobierno de Estados Unidos prepararse para todos los escenarios en el mundo que puedan o no darse lugar.» Los planes se mantienen en estrecha medida en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, añadió la fuente, que está liderado por Stephen Miller, quien ha trabajado estrechamente con el secretario de Estado y asesor de seguridad nacional interino Marco Rubio en los esfuerzos relacionados con Venezuela en los últimos meses.
Ahora la planificación del día después es más intensa, teniendo que tener en cuenta varias situaciones diferentes en las que Maduro podría abandonar el liderazgo. No está claro que la administración haya decidido cómo procederá para destituir a Maduro, lo que complica la ya compleja tarea de desarrollar planes detallados para el día siguiente.
Estados Unidos tendría que determinar cuánto y qué tipo de apoyo le daría al país para evitar que cayera en conflictos y caos, y cómo presionaría para influir en la gobernanza del país si Maduro se marcha tras liderar el país durante más de una década. Aunque es poco probable que haya puesto tropas estadounidenses sobre el terreno, aunque Trump no lo haya descartado, serían necesarios planes para el apoyo económico, de seguridad y de inteligencia, según los expertos.
Varios funcionarios de la administración dijeron que Trump no está interesado en una negociación larga y prolongada con Maduro. Maduro tendrá un margen más corto para las negociaciones que la que Trump ha dado a otros líderes mundiales, dijo uno de los funcionarios. Los funcionarios tampoco consideran probable una salida negociada de Maduro, dado sus fracasos pasados.
Los expertos celebraron con satisfacción los planes de preparación dentro de la administración para considerar qué ocurre tras una posible caída de Maduro, dado lo complicada y peligrosa que podría llegar a ser la situación.
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