La Guardia Costera de Estados Unidos está esperando la llegada de fuerzas adicionales antes de intentar abordar y apoderarse de un petrolero vinculado a Venezuela que ha estado persiguiendo desde el domingo, dijeron a Reuters un funcionario estadounidense y una fuente familiarizada con el asunto.
Por Reuters
El buque, identificado por grupos marítimos como el Bella 1, se ha negado a ser abordado por la Guardia Costera. Esto significa que la tarea probablemente recaerá en uno de los dos únicos equipos de especialistas —conocidos como Equipos de Respuesta de Seguridad Marítima— que pueden abordar embarcaciones en estas circunstancias, incluso haciendo rapel desde helicópteros.
La persecución, que duró varios días, pone de relieve la disparidad entre el deseo de la administración Trump de confiscar petroleros sancionados cerca de Venezuela y los recursos limitados de la agencia que principalmente lleva a cabo las operaciones, la Guardia Costera.
A diferencia de la Marina de Estados Unidos, la Guardia Costera puede llevar a cabo acciones de aplicación de la ley, incluido el abordaje y la incautación de buques que estén bajo sanciones estadounidenses.
A principios de este mes, Trump ordenó un «bloqueo» de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela, en la última medida de Washington para aumentar la presión sobre Nicolás Maduro.
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