La Guardia Costera de Estados Unidos está esperando la llegada de más fuerzas antes de intentar potencialmente abordar y capturar un petrolero vinculado a Venezuela que ha estado persiguiendo desde el domingo, dijeron a Reuters un funcionario estadounidense y una fuente familiarizada con el asunto.
Por Idrees Ali, Jonathan Saul y Trevor Hunnicutt | Reuters
El barco, que los grupos marítimos han identificado como el Bella 1, se ha negado a ser abordado por la Guardia Costera. Eso significa que la tarea probablemente recaerá en uno de solo dos equipos de especialistas —conocidos como Equipos de Respuesta de Seguridad Marítima— que pueden abordar embarcaciones en estas circunstancias, incluso mediante rápel desde helicópteros.
La persecución que duró varios días pone de manifiesto el desajuste entre el deseo de la administración Trump de incautar petroleros sancionados cerca de Venezuela y los recursos limitados de la agencia que principalmente lleva a cabo operaciones, la Guardia Costera.
A diferencia de la Marina de los EEUU, la Guardia Costera puede llevar a cabo acciones de aplicación de la ley, incluyendo abordar y confiscar embarcaciones bajo sanciones estadounidenses.
La Guardia Costera ha incautado en las últimas semanas dos petroleros cerca de Venezuela.
Una publicación en redes sociales del sábado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que supervisa la Guardia Costera, mostraba lo que parecían ser guardacostas a bordo del portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN-79) preparándose para partir y apoderarse del petrolero Centuries, el segundo de los barcos abordados por EEUU.
Un funcionario estadounidense, hablando bajo condición de anonimato, dijo que los agentes de la Guardia Costera en el USS Gerald Ford pertenecían a un Equipo de Respuesta de Seguridad Marítima y que en ese momento estaban demasiado lejos de Bella 1 para realizar una operación de abordaje.
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