El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evitó este miércoles cualquier referencia a Venezuela durante su discurso a la nación, pese a las especulaciones que circularon durante el día sobre un posible anuncio formal de guerra contra el gobierno de Nicolás Maduro.
A lo largo de su intervención televisada desde la Casa Blanca, el mandatario no abordó la crisis venezolana ni la creciente tensión en el Caribe, y centró su mensaje en un balance de su gestión, críticas a la administración de su antecesor Joe Biden y en destacar lo que calificó como una recuperación del liderazgo estadounidense en el escenario global.
Trump heredó “un desastre”
Trump inició su discurso arremetiendo contra el expresidente Joe Biden, al asegurar que heredó “un desastre” y que su gobierno se ha dedicado a corregirlo. Entre los principales señalamientos mencionó unas fronteras “abiertas”, el aumento del crimen, la participación de hombres transgénero en deportes femeninos, “los peores acuerdos comerciales jamás hechos” y un gobierno federal que describió como “enfermo y corrupto”.
"Durante los últimos cuatro años, Estados Unidos estuvo gobernado por políticos que luchaban solo por los de adentro, inmigrantes ilegales, criminales profesionales, cabilderos corporativos, prisioneros, terroristas y, sobre todo, naciones extranjeras, que se aprovecharon de nosotros a niveles nunca antes vistos. Pero ahora, tienen un presidente que lucha por la gente trabajadora y respetuosa de la ley de nuestro país, los que hacen funcionar esta nación", precisó.
La inmigración ocupó un lugar central en los primeros minutos del mensaje. Trump afirmó que asumió el poder con “la peor frontera del mundo” y que, en pocos meses, su administración logró pasar “de peor a mejor”. Sostuvo además que el país estaba siendo “invadido por 25 millones de personas”, a quienes vinculó con el narcotráfico y la violencia, responsabilizando directamente a la administración Biden.
Declaró además que "el flujo de drogas dirigido a su país por vía marítima se ha reducido en 94%".
Ya no se ríen de Estados Unidos
"Nuestro país era motivo de burla en todo el mundo, pero ya no se ríen. En los últimos 11 meses hemos logrado más cambios positivos en Washington que cualquier administración en la historia de Estados Unidos. Nunca ha habido nada igual", dijo Trump
En materia de política exterior, el presidente destacó lo que consideró logros históricos de su segundo mandato. Aseguró haber resuelto “ocho guerras en ocho meses”: su gobierno “destruyó la amenaza nuclear en Irán” y proclamó que logró llevar “paz al Medio Oriente”, algo que calificó como inédito “en miles de años”.
Durante el discurso, Trump también anunció la entrega de cheques por 1.776 dólares a soldados estadounidenses, presentando la medida como un reconocimiento a las fuerzas armadas.
No hubo ninguna mención sobre Venezuela
La ausencia de cualquier mención a Venezuela contrastó con los rumores difundidos previamente por analistas y figuras mediáticas, que anticipaban un posible anuncio de confrontación directa con el régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, el mandatario optó por no abordar el tema, dejando sin confirmación las versiones sobre una escalada formal del conflicto.
Por otra parte, contrastó su política migratoria con la de la administración anterior, a la que acusó de haber «inundado» ciudades y pueblos con inmigrantes en situación irregular y de haber liberado a delincuentes violentos que, dijo, pusieron en riesgo a personas inocentes.
Según el presidente, su gestión prioriza a los ciudadanos «respetuosos de la ley y trabajadores» y representa un cambio radical frente a lo que describió como años de descontrol migratorio.
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