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martes, 16 de diciembre de 2025

“Todo parece indicar que la salida de Maduro del poder será de precisión quirúrgica”

 


El teniente coronel (r) de la Aviación venezolana Guillermo Beltrán Vielma explicó que el presidente estadounidense Donald Trump le ha dado suficientes oportunidades a Maduro para que salga del país voluntariamente


El teniente coronel de la Aviación venezolana Guillermo Beltrán Vielma, en situación de retiro, afirmó que las operaciones de Estados Unidos en el Caribe y la presión contra la cúpula gobernante en Venezuela apuntan a un escenario en el que la salida de Nicolás Maduro del poder sería “de precisión quirúrgica”, posiblemente mediante una extracción.

Explicó, en entrevista con El Nacional, que el gobierno estadounidense de Donald Trump le ha dado suficientes oportunidades a Maduro para que salga del país voluntariamente y considera que ya se están accionando las órdenes para comenzar las operaciones en tierra en cualquier momento.

“(Esas acciones pueden ocurrir en) horas, días o semanas, pero ya está dispuesto todo el equipamiento necesario para una operación de este tipo”, dijo el militar, quien describió un eventual operativo “de gran envergadura y ejecutado con pinzas” cuya precisión dependerá de lo que decida la administración Trump.

El experto señaló que la presión actual tiene como objetivo erosionar aún más las bases internas del chavismo, hasta lograr que ciertos actores terminen entregándose o entregando a Maduro. Afirmó, asimismo, que la cúpula chavista está nerviosa y asustada ante un escenario que calificó de inevitable.

“Algunos abandonan, otros desertan, otros se quedan y otros son amenazados, pero no hay de otra. Guerra avisada no mata soldados”, advirtió el militar retirado.

Trump declaró el jueves que la presión sobre Venezuela trata sobre muchas cosas, entre ellas, la migración irregular y el tráfico de drogas, y acusó al régimen chavista y al Ejército venezolano de estar presuntamente involucrados en el envío de drogas a Estados Unidos.

También, el mandatario estadounidense reiteró su amenaza de que los ataques en tierra se están poniendo en marcha. “Cualquiera que se involucre en eso no le va a ir bien. Nos han tratado mal y supongo que ahora nosotros no los estamos tratando demasiado bien”, expresó Trump.

Misiles, seguimiento satelital y ataques a estructuras logísticas

Guillermo Beltrán Vielma descartó que la presión se incremente con acciones por tierra en el sentido tradicional y aclaró que, más bien, se ejecutaría en tierra, es decir, contra objetivos ubicados en territorio venezolano pero no mediante incursiones de tropas como se ha especulado.

Expuso que podrían emplearse misiles de precisión contra centros de laboratorio, depósitos, pistas aéreas, aeronaves o embarcaciones presuntamente vinculadas al aparato logístico del narcotráfico.

Además, indicó que en las operaciones en el Caribe —cerca de las costas de Venezuela y que han dejado más de 80 muertos— han permitido a los sistemas satelitales la reconstrucción de la ruta de la droga: desde el hangar o depósito donde se cargó la mercancía hasta los vehículos que abastecen esas lanchas.

“Esos puntos —dijo— se convierten automáticamente en blancos de ataque. Haya o no haya gente, serán neutralizados directamente. No veremos 30 soldados entrando a un galpón, eso no pasará. La neutralización será con armas de precisión, con o sin aviones”.

Miraflores no sería un objetivo salvo un escenario excepcional

El militar retirado, sin embargo, aclaró que puntos como el Palacio de Miraflores o los sitios donde se encuentre Maduro no serían atacados, salvo que el dirigente socialista estuviera completamente solo. En este caso, recordó el caso del general iraní Qasem Soleimani: “Algo así podría ocurrir solo si estuviera aislado en un momento específico, de lo contrario, el daño colateral sería enorme y no se va a permitir”.

El teniente sostuvo que, pese al incremento de la presión militar en la región, es poco probable que Washington utilice armamento de precisión para atacar directamente a Maduro. Y explicó que una acción de ese tipo implicaría un riesgo para los civiles y personas que se encuentren cerca del dirigente, por lo que —a su juicio— la opción sería una operación de extracción quirúrgica.

Aseguró que los ciudadanos comunes no están en peligro porque se trata de una ofensiva contra los “capos de la droga” que controlarían las redes del narcotráfico desde Venezuela. Las operaciones, indicó, son de neutralización de la infraestructura usada por el chavismo, sin impacto sobre áreas habitadas.

Enfatizó que la salida de Maduro del poder estaría cada vez más cerca y que “todo apunta a que será algo muy preciso”.

Beltrán Vielma detalló asimismo que Estados Unidos dispone de misiles de alta precisión, pero aclaró que ese tipo de herramientas no se emplearía contra un objetivo como Maduro. Expuso que los proyectiles usados en operaciones recientes, como los AGM-179A, pesan alrededor de 50 kilos y contienen entre 8 y 9 kilos de explosivos. Para ilustrar la magnitud del daño, señaló que esa carga equivale al estallido conjunto de 20 o 30 granadas.

“No estamos hablando de un Tomahawk de 450 kilos de explosivos ni de una cabeza nuclear, sino de un misil pequeño, preciso al nivel de centímetros”, puntualizó el exoficial, que señaló que ese tipo de proyectiles se puede lanzar desde un barco, un helicóptero o un dron.

Pero reiteró que no habría un ataque así contra Maduro “si está en una conferencia, en una marcha o en un evento público” porque el riesgo de daño colateral sería muy alto.

La situación no se prolongará “meses”

Para Beltrán Vielma, la situación no se prolongará por meses.

Aclaró que, si se produjera una ofensiva, la fase inicial consistiría en ataques con misiles Tomahawk dirigidos a nodos estratégicos: comunicaciones, redes, centros de comando y puntos críticos del sistema de control del Estado venezolano. El objetivo —precisó— sería desmembrar la capacidad de coordinación del régimen sin atacar todavía el “comando central”.

El exoficial afirmó que el segundo paso sería neutralizar todos los sistemas de defensa aérea, empezando por radares, baterías de misiles y cualquier estructura capaz de detectar o derribar aeronaves estadounidenses.

De forma paralela, agregó, se dirigirían ataques de precisión contra pistas de aviación, hangares, aviones estacionados, depósitos vinculados al narcotráfico y otros blancos sensibles que —afirmó— ya estarían identificados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos.

“Ellos están grabando todo lo que pasa”, sostuvo.

En su análisis, la destrucción de sistemas de comunicación sería otro componente: la neutralización de todo lo relacionado con comunicaciones, GPS, celulares y antenas. El experto señaló que este tipo de medidas forma parte de cualquier “paquete de ataques estándar” en conflictos modernos.

Reconoció, no obstante, que un bloqueo masivo de señales sí afectaría a la población civil y generar un impacto social amplio. Además, advirtió que las autoridades venezolanas suelen rodearse de civiles o milicianos, lo que elevaría el riesgo de daños colaterales si se emplean misiles en zonas concurridas.

Un equipo de fuerzas especiales podría detener a Maduro

Según Guillermo Beltrán Vielma, si se ejecutara una acción contra Maduro, sería una extracción puntual, probablemente ejecutada por fuerzas especiales. Por ejemplo, que un equipo podría aterrizar, detener al dirigente y evacuarlo, pero incluso en ese caso existe la posibilidad de que “algún escolta salga herido o neutralizado”, dependiendo del momento y las condiciones.

El militar (r) afirmó que, como cualquier persona, Maduro debe dormir y desplazarse, y que esos patrones pueden ser monitoreados por agencias de inteligencia estadounidenses. “Ese es el trabajo de la CIA y de todo el aparato de inteligencia que opera en Estados Unidos”, dijo.

Recalcó que solo quienes planifican la operación conocen los detalles y que las decisiones finales dependen de los equipos encargados de diseñar y ejecutar las maniobras.

El exoficial también analizó el rol que está jugando Donald Trump en el despliegue militar y en la presión sobre el régimen de Maduro. Y subrayó que las decisiones anunciadas por Trump no apuntan hacia una reducción de tensiones, sino todo lo contrario. Según él, cuando el presidente admite que ha dado —o dará— órdenes para ampliar un despliegue militar, eso implica un proceso de escalamiento.

“En lugar de sacar buques, están metiendo; en lugar de sacar tropas, están metiendo; en lugar de volar menos misiones, están dando más misiones”, expresó. Ese aumento de actividad, añadió, se refleja tanto en el poder aéreo como en el naval, con destructores que se mueven constantemente en el Caribe.

Trump no quiere un costo político para Estados Unidos

El teniente coronel (r) insistió en que la flota estadounidense opera bajo órdenes ejecutivas y que Trump mantiene un seguimiento directo porque busca evitar a toda costa un costo político interno.

Dijo que el presidente estadounidense no quiere que un solo soldado, marino o tripulante de su país resulte herido o muerto porque cualquier baja tendría un costo político muy alto. Por eso, Washington remarca que no hay riesgo para su personal.

“Apenas haya el primer costo político, se lo van a cobrar completico”, añadió.

Beltrán Vielma afirmó que Trump “no es un hombre de caerse a plomo” pero se ha visto obligado a endurecer sus políticas “por el daño” que considera que ha sufrido Estados Unidos e incluso por los atentados que el propio republicano sufrió durante su campaña presidencial en Estados Unidos.

La prioridad de Washington —aseguró Beltrán Vielma— será siempre preservar la vida de su personal militar y de sus operadores. “Antes de que pierda la vida un militar de Estados Unidos, Estados Unidos prefiere la vida del otro, punto. Yo voy a la guerra, pero no a morir yo, sino a que se mueran los demás”.

En su opinión, Trump considera que no puede permitir que continúe expandiéndose en la región “el brazo comunista, socialista, mutante del siglo XXI, maligno y mentiroso”.

Tensiones en aumento

“Mientras exista la forma de que traicionen a Maduro, que lo capturen, que lo detengan, la misma gente de adentro, los escoltas, los militares, se ayudará a resolver problemas. Son caminos válidos porque no es necesario disparar, eso es un punto importante, y es lógico desde el principio humanitario”, afirmó.

“Estados Unidos no quiere a Maduro muerto”, afirmó.

Según su razonamiento, la administración Trump preferiría capturarlo para que “pague en vida” los delitos que le atribuyen. Matarlo con un misil —expuso— sería “muy fácil”, pero políticamente costoso para el gobierno norteamericano, que estaría intentando manejar cada paso con el menor impacto internacional posible.

No obstante, reconoció que cualquier extracción conllevaría riesgos.

Si el equipo encargado es atacado por los escoltas de Maduro o por fuerzas leales, “tendrán que neutralizarlos”, lo que podría implicar bajas entre quienes lo protegen. “Lamentablemente, ese es el costo de meterse a delinquir, y más con el país más poderoso del mundo, sin aceptar salidas”, expresó.

El militar retirado advirtió que los líderes del chavismo son “delincuentes de alta categoría” con órdenes de captura internacionales, lo que eleva el nivel de confrontación. Aseguró que cada día se agrava el panorama y citó como ejemplo reciente la carta enviada por el exjefe de inteligencia venezolana Hugo “el Pollo” Carvajal, quien explicó a la justicia estadounidense la presunta conexión de Maduro con el Cartel de los Soles.

Las tensiones se han incrementado en la última semana, después de que Trump afirmó que Maduro tiene los días contados en el poder y de que las fuerzas estadounidenses incautaron un buque petrolero venezolano. Así como la salida de Venezuela de la líder opositora María Corina Machado, quien viajó a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz, y las sanciones contra los “narcosobrinos” Efraín Antonio Campo Flores, Franqui Francisco Flores y Carlos Erik Malpica Flores, sobrinos de Cilia Flores.

Según Beltrán Vielma, ese cúmulo de hechos alimenta la convicción de Trump de que la presión debe mantenerse y coordinarse en todos los frentes, desde inteligencia hasta operaciones especiales, con el objetivo de neutralizar a la cúpula chavista.

Afirmó que el presidente estadounidense ya ha transmitido por múltiples vías —incluido su secretario de Estado Marco Rubio— que cualquier conversación debe darse bajo parámetros claros. Pero, en su opinión, el chavismo no pretende un diálogo genuino, sino que busca sacarle tiempo y provecho, como ha ocurrido en todas las negociaciones de la última década.

El militar sostuvo que Rubio tiene un rol clave en los contactos debido a su larga experiencia en el Comité de Inteligencia del Senado, además de la posición firme que durante años ha tenido frente al régimen. En su opinión, al funcionario estadounidense “ya no le van a meter gato por liebre” y por eso acompaña de cerca cada encuentro para evitar que surjan promesas “locas” o irreales.

Maduro “representa un riesgo”

Beltrán Vielma insiste en que la permanencia de Maduro en el poder representa un riesgo y que en sus apariciones en las últimas semanas no transmite tranquilidad ni seguridad. El desenlace, dijo el experto, depende únicamente de si el líder chavista finalmente accede a irse de Venezuela, aunque considera que sus mensajes públicos indican exactamente lo contrario.

Su análisis subraya que negociar con figuras como Maduro sigue siempre el mismo patrón: “Puedes tratar de negociar 20 veces, amenazarlo, bajarle la guardia, explicarle, decirle que no lo haga, pero al final la única opción será la fuerza”.

Desde Oslo, Machado habló sobre las oportunidades dadas a Maduro para que abandone el poder tras su fracaso en las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando Edmundo González lo derrotó en las urnas con el respaldo de más de 7 millones de venezolanos.

“La situación se está moviendo y acelerando cada día que pasa, tanto por la presión externa como por las reacciones internas, de la sociedad venezolana y de aquellos actores que están hoy aún, que son cada vez menos, acompañando al régimen. Nosotros hemos sido muy claros: el presidente Edmundo González y yo, desde el día que ganamos la elección, hemos ofrecido la posibilidad de una transición negociada, que obviamente parte del reconocimiento de la voluntad popular del 28 de julio”, expresó Machado.

“No es una negociación para favorecer al régimen, sino para hacer valer la soberanía popular expresada por los venezolanos. El régimen tiene aún esa opción, pero lo que hemos dicho es que Maduro va a salir, con o sin negociación. Quisiéramos que fuera a través de una negociación y a Maduro le conviene que sea así, que si él finalmente va a hacerlo, o lo dejan hacerlo, ya se verá”, añadió la líder opositora.

Asimismo, el teniente (r) analizó que Washington ya estaría pensando en un escenario posterior para “controlar y hacer la transición lo mejor y más rápido posible”, consciente de que habría grupos armados dispuestos a resistir, reorganizarse o intentar un contraataque.

Afirmó que Maduro ya no tiene margen para escapar hacia otro país ni para garantizarse un exilio seguro.

“Ya en este punto y este día, no creo que haya la opción de que se vaya a otro lado. Puede ser que ocurra, pero de que se va, que se escapa, no. Ya él sale o preso o con las patas pa’lante, como decimos en criollos, o con un traje de pino”, concluyó.

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