¿Tiene o no tiene cáncer? de Francisco Alarcón

Quienes hemos escrito sobre la enfermedad del presidente en forma responsable, nos sorprendemos con los comentarios de citadinos cuando redundan afirmando se trata de un melodrama, y que tal enfermedad no existe, que es una treta con fines políticos electorales. No obstante, respetamos sus opiniones y la preocupación de sus adeptos y de mandatarios de otras naciones; pero hay algo extraño en esto, pareciera que el presidente en momentos desea aclarar con sus acciones y palabras que no tiene nada. Muchas veces hemos oído en pacientes de cáncer, que los médicos les dijeron estaban limpios de células cancerigenas y a los pocos meses se revierte la situación, por ello, para estos tratamientos es tan importante los seguimientos y no hay nada conclusivo ni absoluto después de su aparición.

 Empero, la gente comenta que está tratando de hacer su propia historia, su leyenda, algo que lo coloque en un lugar admirable para los comunistas, que siempre tienen esos colofones y al final no se sabe si fueron ciertos o inventados. Pero estamos frente algo muy serio, oyendo a un presidente quien da sus propios partes médicos, y planifica magistralmente su enfermedad. Mostrándose con atuendos que no le fueron usuales y con el coco pelado antes que la propia enfermedad dejara sus huellas. Es secuencial su padecimiento, tiene trama y tendrá su desenlace que acabará descubriendo la verdad para los incrédulos sin que el Comandante tenga que mostrar un acta de defunción. Pero la imaginación es algo voraz, y advirtiendo las truculencias que han ocurrido en los últimos trece años, esperamos no vayan a ser parte de una tramoya electoral concluyendo en una anatema.

El cáncer de la seudo revolución si es manifiesto e irreversible; Venezuela se hunde cada vez más y su ruina está a la vuelta de la esquina, será irrebatible y pudiera suceder que para entonces ya el comunismo esté instalado “legalmente” hasta con leyes, que fueron aprobadas al unísono con los representantes de la “oposición”. Es la triste realidad de esta nación de hombres confundidos o cómplices de las miserias humanas y heterodoxas. Son los paisanos de incompresible pensamiento que muy pocas veces estuvieron vinculados a ideales. Donde emergen nuevas generaciones sin rumbos y con visión política bastante miope que, los iguala en oportunidades a los peores vicios del ayer. Una escuela de ególatras que da para todos menos para el país. Y a Chávez que no lo venza un cáncer sino el pueblo venezolano en buena lid en las elecciones del 2012

No solamente Venezuela se retuerce ante una mala administración, el mundo entero en sus últimos tiempos como que también se dedicó a vender ilusiones y a especular con títulos valores, de allí la vulnerabilidad de las economías fuertes y tradicionales, nadie sabrá al final que pasará. Cuando ve tantos días nebulosos para las bolsas del orbe y las posibilidades de corregir las cosas son inciertas. Todo seguirá pasando como una vez lo afirmara Heráclito con el cambio incesante. Es la rapiña lo que prevalece y las ambiciones y si esto continua no seremos los únicos que entraremos en una recesión, seremos victimas y causantes de nuestra propia desgracia, cuando los venezolanos no reaccionamos ni ante la realidad nacional y llevamos más de trece años perdidos, esperando que por causas fortuitas se arreglan las cosas. Hoy nos ocupa la enfermedad del presidente, como esperanza para cambiar la realidad social sin que los “dirigentes” políticos” planteen una salida real y convincente para las soluciones del país.