
El expresidente colombiano Iván Duque habla con SEMANA sobre la absolución de Álvaro Uribe Vélez, la campaña presidencial de 2026, la relación de Colombia con Estados Unidos y el “desastre” del Gobierno actual de Gustavo Petro.
Por Diego Bonilla | SEMANA
A continuación, un extracto de la entrevista:
SEMANA: Había mucha expectativa por el proceso del expresidente Uribe. ¿Cómo recibió la noticia de su absolución?
IVÁN DUQUE: Álvaro Uribe Vélez probó a lo largo de todo este proceso su inocencia, y lo ha probado a lo largo de todos estos años, desde cuando empezaron a fabricarse estas infamias en su contra. El Tribunal, que hizo un verdadero veredicto en derecho, no solamente desvirtuó lo que había ocurrido en la primera instancia con 1.000 páginas para tratar de justificar lo injustificable, también desmanteló todas esas teorías y mostró las fallas estructurales en materia probatoria, y mostró las fallas que constituyeron graves anomalías. Este es un triunfo de la legalidad, es una demostración de la inocencia, de la gallardía y del patriotismo de Álvaro Uribe, que estuvo siempre cumpliendo con todas sus diligencias. En buena hora, hoy el pueblo colombiano tiene un voto de confianza en su institucionalidad judicial, que se ha pronunciado a pesar de las presiones que muchos intentaron hacer con tintes ideológicos.
SEMANA: ¿La consulta del Pacto Histórico será un fracaso?.
IVÁN DUQUE: Yo no leo bolas de cristal, lo que sí le puedo decir es que estamos ante un proceso en el que hay un Gobierno que quiere hacer hasta lo imposible por tratar de dejar a su coalición al frente de los destinos de Colombia, en una clara intromisión en la política. El pueblo colombiano se ha ido dando cuenta de todo lo que esto representa, del daño que se ha hecho en la salud, del daño que se ha hecho en la energía, del daño que se ha hecho en seguridad, el que se ha hecho en la política fiscal, y del daño que se ha hecho en política exterior. Los colombianos se están dando cuenta de que por el camino que estamos vamos al peñasco y que se necesita dar una alternativa a una gran alianza nacional de múltiples partidos, personas y posiciones para tener unas mayorías claras y diáfanas en el Congreso, y para tener un Gobierno que sea capaz de sacar el país adelante después de estos casi cuatro años de desastre.
SEMANA: ¿Qué tiene que ver Uribe con la constituyente y con Estados Unidos? Porque Petro ha juntado todos los temas…
IVÁN DUQUE: Los delirios cósmicos de Petro tienen vida propia. Esta idea de la constituyente la decía cuando estaba Joe Biden, ahora la dice cuando está Trump. No le dan los tiempos y está nuevamente tratando de inflar un globo a ver si de pronto coge fuelle. Y es, una vez más, para tratar de enredar el panorama. Petro tiene una personalidad megalómana y narcisista. Entonces, si él no es el centro de la discusión, eso lo afecta. El Congreso no le va a caminar a una constituyente, las instituciones no le van a caminar a eso. Y aquí lo que nosotros necesitamos es pasar la página de esta horrible noche.
SEMANA: Y lo de Estados Unidos…
IVÁN DUQUE: Es la crónica de un desastre anunciado. La agresividad verbal, la irresponsabilidad verbal, el situarse en defensa de Nicolás Maduro, las fallas estructurales en la lucha antidrogas que ha llevado a la descertificación, y también el tratar de enarbolar la causa palestina con intereses de generar odio sin haber rechazado los ataques del 7 de octubre de 2023, llamando a Estados Unidos un régimen nazi promotor del genocidio. Toda esa sumatoria de cosas y lo más grave, tratar de hablar de que las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia salgan en defensa de Nicolás Maduro, es increíble. Todo eso sumado hace que hoy Colombia esté en el escarnio público, un desprestigio de la administración tratando de enlodar un país. Pero esperamos que Estados Unidos no busque frente a Colombia castigos colectivos, sino que los castigos puedan ser individualizados en las cosas donde ellos tengan la evidencia suficiente para proceder de acuerdo con las leyes de los Estados Unidos. Y creo que la diplomacia paralela ha funcionado porque Colombia es un país que tiene una relación histórica con los Estados Unidos, bipartidista, bicameral. Estados Unidos no le va a dar el camino para que Petro se victimice, polarice, lleve el país al odio y, bajo el síndrome de Nerón, vea incendiarse a todo el aparato productivo. Por eso creo que en buena hora ya se está hablando en los Estados Unidos no del castigo colectivo, sino de la individualización de sanciones.
SEMANA: ¿Cuál es la consecuencia de que Petro y su familia estén en la Lista Clinton?.
IVÁN DUQUE: Me parece muy grave, muy delicado y es una vergüenza sin precedentes históricos. Ese es un tema que les corresponde a las autoridades americanas pronunciarse y, si ellos creen que hay méritos y evidencia, no amerita controversia alguna.
SEMANA: ¿El discurso de Petro es similar al de Hugo Chávez, por ejemplo, en Venezuela, cuando se enfrentó con Estados Unidos, o incluso al de Fidel cuando se enfrentaron a lo que ellos llamaban “el imperio”?
IVÁN DUQUE: Creo que la dimensión personal de Fidel Castro y de Hugo Chávez pues es muy distinta a la de Gustavo Petro. Petro es una proporción minúscula de esas otras dos personalidades, siendo las tres absolutamente nefastas. En el caso de Fidel Castro, era un líder con por lo menos mucha coherencia al hablar, eso no quiere decir que fuera acertado. Hugo Chávez era una persona también consumida en su demagogia y en su populismo, pero por lo menos con un cerebro mucho mejor y organizado a la hora de elucubrar, siendo los tres un verdadero desastre, porque todo aquel que predique que la estatización, que la nacionalización, que la expropiación sea un camino, están en el camino errado. Y claro, Petro siempre ha tratado de ponerse en una dimensión cósmica, galáctica, porque ya la tierra le quedó pequeña en su megalomanía. Pero claramente cuando uno ve su comportamiento, sumado a sus terquedades ideológicas, a sus prejuicios, a sus caprichos y también a su irresponsabilidad verbal, administrativa, pues todo eso sencillamente es un caldo de cultivo para el desastre. Fidel Castro era muy elocuente y acabó con Cuba. Hugo Chávez era muy elocuente y acabó con Venezuela. Todo aquello que se base en el socialismo del siglo XXI y en el autoritarismo socialista o neocomunista, pues es una pócima clarísima para el fracaso.
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