LA PAZ (Reuters) - El líder de los gobernadores opositores de Bolivia dijo que espera alcanzar el domingo un acuerdo con el Gobierno para poner fin a la crisis política provocada por el rechazo de varias regiones a las reformas socialistas que alienta el presidente Evo Morales.
El prefecto (gobernador) del distrito oriental de Santa Cruz, Rubén Costas, admitió sin embargo que todavía es posible una ruptura en el diálogo nacional instalado hace casi dos semanas, tras casi un mes de violentas protestas opositoras que dejaron una veintena de muertos.
"El domingo próximo tiene que haber humo blanco, ése es el objetivo; el objetivo es llegar a que de verdad encontremos consenso", dijo el lunes Costas, quien lidera a tres departamentos que exigen autonomías con amplios poderes a cambio de su apoyo a una nueva Constitución impulsada por Morales.
Costas se refirió al tema un día después de reunirse con Morales, en el primer encuentro directo entre ambos en casi tres años de gestión del mandatario indígena, quien pese a su gran popularidad no ha podido superar el bloqueo político de las regiones autonomistas controladas por la derecha.
El prefecto cruceño calificó como cordial y respetuoso a su encuentro con Morales en La Paz y dijo confiar en que un acuerdo sobre las autonomías y el cambio constitucional haría innecesarias las protestas convocadas a partir del 13 de octubre por sindicatos y organizaciones sociales oficialistas.
El fin de semana debería realizarse un encuentro definitivo entre Morales y los nueve prefectos -los tres opositores autonomistas, cinco oficialistas y una en posición intermedia-, en el marco del diálogo en el que participa también una media docena de observadores internacionales.
Se espera que para entonces concluyan su trabajo dos comisiones técnicas que buscan fórmulas de acuerdo sobre las autonomías, la nueva Constitución y una polémica distribución de un impuesto petrolero, que Morales destinó en parte a financiar una renta universal de ancianos.
"Vi bastante voluntad en (...) el presidente Morales, de que hay que extremar los recursos, los esfuerzos, para poder buscar ese acuerdo nacional que estamos tratando de hacer", dijo Costas, en contraste con anteriores ataques al gobernante, de quien suele criticar su proximidad al venezolano Hugo Chávez.
Costas confirmó que los prefectos opositores no se conformarían con consolidar las autonomías sino que buscarían otros cambios en la Constitución que fue aprobada en diciembre por una Asamblea boicoteada por la oposición conservadora y que Morales quiere someter a referendo a principios del 2009.
"Con el presidente analizamos algunos puntos que tienen imperiosa necesidad de ser cambiados, que no pueden estar dentro de un texto constitucional y él manifestó que deberíamos trabajar en eso", relató el prefecto opositor.
"Pero fui muy claro en manifestarle que si no existe consenso de nada va a servir que se trate de imponer el texto constitucional que tiene el ejecutivo", añadió.
Morales, quien nacionalizó los hidrocarburos en mayo del 2006, quiere la nueva Constitución para dar más poder a los indígenas y consolidar el control estatal sobre la economía y, en especial, sobre los recursos naturales.
La nueva carta magna prohibirá los latifundios, una medida que afecta a Santa Cruz, motor económico del país donde están concentrados los mayores terratenientes y agroindustriales del país, entre ellos Costas.
El prefecto (gobernador) del distrito oriental de Santa Cruz, Rubén Costas, admitió sin embargo que todavía es posible una ruptura en el diálogo nacional instalado hace casi dos semanas, tras casi un mes de violentas protestas opositoras que dejaron una veintena de muertos.
"El domingo próximo tiene que haber humo blanco, ése es el objetivo; el objetivo es llegar a que de verdad encontremos consenso", dijo el lunes Costas, quien lidera a tres departamentos que exigen autonomías con amplios poderes a cambio de su apoyo a una nueva Constitución impulsada por Morales.
Costas se refirió al tema un día después de reunirse con Morales, en el primer encuentro directo entre ambos en casi tres años de gestión del mandatario indígena, quien pese a su gran popularidad no ha podido superar el bloqueo político de las regiones autonomistas controladas por la derecha.
El prefecto cruceño calificó como cordial y respetuoso a su encuentro con Morales en La Paz y dijo confiar en que un acuerdo sobre las autonomías y el cambio constitucional haría innecesarias las protestas convocadas a partir del 13 de octubre por sindicatos y organizaciones sociales oficialistas.
El fin de semana debería realizarse un encuentro definitivo entre Morales y los nueve prefectos -los tres opositores autonomistas, cinco oficialistas y una en posición intermedia-, en el marco del diálogo en el que participa también una media docena de observadores internacionales.
Se espera que para entonces concluyan su trabajo dos comisiones técnicas que buscan fórmulas de acuerdo sobre las autonomías, la nueva Constitución y una polémica distribución de un impuesto petrolero, que Morales destinó en parte a financiar una renta universal de ancianos.
"Vi bastante voluntad en (...) el presidente Morales, de que hay que extremar los recursos, los esfuerzos, para poder buscar ese acuerdo nacional que estamos tratando de hacer", dijo Costas, en contraste con anteriores ataques al gobernante, de quien suele criticar su proximidad al venezolano Hugo Chávez.
Costas confirmó que los prefectos opositores no se conformarían con consolidar las autonomías sino que buscarían otros cambios en la Constitución que fue aprobada en diciembre por una Asamblea boicoteada por la oposición conservadora y que Morales quiere someter a referendo a principios del 2009.
"Con el presidente analizamos algunos puntos que tienen imperiosa necesidad de ser cambiados, que no pueden estar dentro de un texto constitucional y él manifestó que deberíamos trabajar en eso", relató el prefecto opositor.
"Pero fui muy claro en manifestarle que si no existe consenso de nada va a servir que se trate de imponer el texto constitucional que tiene el ejecutivo", añadió.
Morales, quien nacionalizó los hidrocarburos en mayo del 2006, quiere la nueva Constitución para dar más poder a los indígenas y consolidar el control estatal sobre la economía y, en especial, sobre los recursos naturales.
La nueva carta magna prohibirá los latifundios, una medida que afecta a Santa Cruz, motor económico del país donde están concentrados los mayores terratenientes y agroindustriales del país, entre ellos Costas.
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